LA ORUGA PROCESIONARIA DEL PINO
Con la llegada de la primavera y el cambio de temperatura a una más agradable comienzan a aparecer infestaciones de parásitos e insectos. Entre ellas, la Procesionaria del pino, una oruga que puede traer serios problemas para nuestras mascotas, incluso llegando a la muerte en los casos más graves.
Las orugas de la procesionaria del pino, cuando están en su tercer estado larvario, desarrollan unos pelos urticantes con una toxina (Thaumatopina). Es en este estado cuando son más peligrosas para las mascotas.
Es importante tener en cuenta que no tiene porque entrar en contacto directo con la mascota para ser dañina, ya que cuando las orugas se sienten amenazadas, son capaces de lanzar sus pelos sedosos al aire y el viento puede arrastrarlos a una distancia de hasta 200 metros, pudiendo de esta manera provocar irritaciones y alergias a personas y animales
Las orugas pueden crecer hasta los cinco centímetros y su característica forma de moverse hace que sean fáciles de reconocer y de llamar la atención de nuestras mascotas, se mueven como en procesión, de ahí su nombre, y van una tras otra.
¿ CÓMO PUEDO SABER QUÉ A MI MASCOTA LE HA PICADO LA PROCESIONARIA?
Las reacciones del contacto con la oruga suelen aparecer en zonas desprotegidas, es decir, que no están cubiertas por el pelaje. La cabeza suele ser el área más afectada. Se puede crear una inflamación en el hocico que puede extenderse por toda la zona
Si tu macota ha ingerido pelos urticantes pueden aparecer problemas digestivos como por ejemplo vómitos
La inhalación de los pelos puede causar reacciones alérgicas en las vías respiratorias, en un primer momento el animal puede mostrar nerviosismo, degluciones rápidas y tocarse la boca con las patas. La localización oral es la más frecuente, produciendo un cuadro de estomatitis que puede incluir glositis o inflamación de la lengua, y queilitis, que es la inflamación de los labios
Al entrar en contacto con los ojos puede desarrollar conjuntivitis
Otros síntomas de contacto con la oruga procesionaria que pueden aparecer son fiebre, fatiga o daños de la mucosa.
Las consecuencias del contacto con la toxina dependen fundamentalmente de la parte del cuerpo que se vea afectada, de la cantidad de contacto y de la rapidez en realizar el tratamiento.
¿ QUÉ PUEDO HACER SI LE HA PICADO A MI MASCOTA LA PROCESIONARIA?
La medida más fácil y recomendada para evitar la procesionaria es evitar los paseos por zonas donde pueda haberlas.
Parques, bosques o culaquier espacios naturales con muchos pinos, es mejor evitarlos en esta época del año, procurarlos en otra estación que no sea primavera.
Lavar con agua templada
Si ya ha ocurrido y ha tenido contacto con algunas de estas orugas, lo primero que debemos hacer es lavar con abundante agua la zona afectada. La manera más efectiva es por pulverización, esparciendo el agua.
El agua que usemos sería mucho más efectiva contra más caliente esté, ya que el calor desactiva la toxina. SIN QUEMAR A NUESTRA MASCOTA.
De esta manera conseguiremos eliminar posibles restos de pelos de la oruga que pueden permanecer incrustados en la piel o en las mucosas del perro.
Nunca frotar la zona afectada
No debemos frotar la zona afectada, ya que de esta manera ocasionaríamos más daño al animal, ya que romperíamos pelos de la oruga y se liberaría mayor cantidad de toxina.
En cuanto sea posible después de haberle procurado las primeras curas llevarlo a revisar por un veterinario, el cual valorará al paciente proporcionando el tratamiento adecuado dependiendo de la gravedad de cada caso.